Un joven y un viejo
Un joven y un viejo trabajaban en oficinas conjuntas. El muchacho hab�a notado que el anciano siempre ten�a un frasco lleno de man� en su escritorio. Como el chico amaba los man�es, un d�a que el carcamal no estaba en su escritorio no se pudo resistir y fue a la oficina del viejo y se comi� casi medio tarro. Cuando aquel regres�, �ste se sinti� apenado y le confes� al vetusto. Sin darle importancia, el viejo lo anim�:
“Est� bien, desde que perd� mi dentadura s�lo puedo chuparle el chocolate a los M & M”.
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